Este es el primero de una serie de artículos que publicaremos esta semana con las notas de campo de la misión que el International Press Institute (IPI) y la Plataforma en Defensa de Libertad de Información (PDLI) llevamos a cabo esta semana (23-27 de abril) en España para explorar la incidencia de los ataques online contra las mujeres periodistas y las estrategias que aplican los medios de información.
En este post nos centraremos en el fenómeno del acoso en las redes sociales desde el punto de vista de las mujeres que han sido objeto del mismo.
El acoso a las mujeres periodistas en España tiene tres componentes.
Por un lado, los insultos están dirigidos a ningunear a la periodista, no por su labor sino por el hecho de ser mujer. Los comentarios condescendientes y el uso de diminutivos cuando se refieren a la periodista son estrategias habituales de los acosadores online.
Por ejemplo, cuando una mujer realiza una entrevista incisiva, se la etiqueta de periodista agresiva, mientras que, en el caso de un hombre, la entrevista está bien documentada y es profesional.
El segundo componente, muy común también en otros países, son los comentarios de carácter sexual y enfocados en la imagen de la mujer. No importa tanto su labor, sino su aspecto físico.
Por último, es habitual que los acosadores online utilicen la vida privada de las periodistas como elemento intimidatorio y de desprestigio profesional. Con frecuencia, los insultos hacen referencia a la vida privada de la mujer con alusiones a sus parejas, hermanos e hijos.
La reacción de las mujeres periodistas al abuso online
Si bien todas las mujeres periodistas que hemos entrevistado hasta el momento reconocen que el abuso en redes sociales es un problema, sorprende comprobar cómo, hasta que no son apeladas directamente a compartir sus experiencias, no son conscientes del peaje que han tenido que pagar por usar unas herramientas, las redes sociales, de las que no pueden prescindir por su trabajo.
Estás son algunas de las anotaciones que tomamos sobre las estrategias que emplean por sí mismas, así cómo los temas que generan un mayor grado de insultos:
– En la mayoría de los casos, es la propia periodista la que viene gestionando de forma individual las estrategias para hacer frente a los abusos online de las que son objeto. Lo hacen de forma intuitiva, a base de ensayo y error y sin ningún tipo de pautas estandarizadas.
– Las mujeres periodistas que destacan en ámbitos que parecen coto privado de hombres, como la tecnología o el periodismo de investigación, reciben un número mayor de comentarios despectivos.
– Sin embargo, uno de los temas que generan mayor agresividad hacia las periodistas mujeres es el feminismo y la igualdad de género.
– En algunas ocasiones, las periodistas perciben cierta coordinación en los ataques online. Estas oleadas de comentarios comparten palabras clave, coinciden en el mensaje y la duración suele ser de unas 24 horas aproximadamente.
– “Todas hemos ido aprendiendo todas sobre la marcha”. La mayoría de ellas buscan estrategias para hacer frente a estas oleadas de abuso online: ignoran activamente los abusos, silencian y bloquean las cuentas de twitter, apagan el dispositivo y se alejan de la red social en cuestión o utilizan la ironía en sus repuestas.
Más adelante, hablaremos de las distintas medidas que los medios aplican para paliar su impacto sobre las periodistas.