Read this in English.

El Instituto Internacional de la Prensa (IPI, por sus siglas en inglés) expresa su más sentido pésame a la familia y compañeros del periodista Francisco Romero cuyo cuerpo fue hallado ayer, 16 de mayo, con múltiples contusiones y heridas de bala en la localidad de Playa del Carmen, México.

El presunto asesinato de Romero, que cubría sucesos para Playa News Aquí y Ahora, es aún más preocupante al tratarse de un periodista que se encontraba bajo la protección del Mecanismo Federal de Protección después de ser objeto de varias amenazas de muerte tras el asesinato de sus dos compañeros, Ruben Pat Cahuich y José Guadalupe Chan Dzib en junio y julio del 2018, respectivamente.

El Mecanismo había asignado a Romero dos escoltas y administrado un botón de pánico. Según medios locales, al parecer, la noche de su asesinato, Romero había mandado a los escoltas a descansar cuando a las cinco de la mañana, recibió una llamada de un supuesto informante que le alertaba de un crimen en un bar de la localidad. Aproximadamente una hora más tarde, las autoridades hallaban el cuerpo sin vida de Romero en el estacionamiento del local.

El propio reportero había denunciado nuevas amenazas de muerte ante las autoridades el pasado 12 de abril.

Francisco Romero es el quinto periodista asesinado en México en lo que va de 2019, el segundo que estaba bajo la protección de las autoridades. El director de Radio Kashana, Rafael Murúa Manríquez, fue asesinado en Baja California Sur el pasado 20 de enero. Murúa estaba bajo la protección del Mecanismo Federal desde 2016.

El IPI muestra su más profunda preocupación ante la persistente violencia a la que se ven sometidos los periodistas de México y urge al presidente Andrés Manuel López Obrador a implementar las mejoras de los mecanismos de protección a periodistas a las que se había comprometido y lleve ante la justicia a los presuntos responsables. “La impunidad es uno de los principales aliados de los autores de las ejecuciones de periodistas en México” asegura la directora ejecutiva del IPI, Barbara Trionfi. “A medida que la falta de justicia se perpetúa, se extinguen las voces de periodistas independientes y con ellas, los cimientos de una democracia sólida”.

Cuando López Obrador asumió el poder en diciembre, el IPI le dirigió una carta para pedir el fin de la impunidad en casos de homicidios de periodistas. En la carta, el IPI instó al presidente a que garantizara la resolución de los crímenes y reforzara el mecanismo de protección a periodistas.

“Estamos seguros de que es plenamente consciente de la situación. También debe tener la certeza de que unos medios independientes juegan un papel fundamental para combatir la corrupción” afirmaba el subdirector del IPI, Scott Griffen, en la carta. “No existe guerra alguna contra la corrupción y el crimen que se haya ganado sin unos medios de comunicación ávidos por informar”.

Sin embargo, la situación parece no haber mejorado ya que México lidera un año más el Death Watch del IPI. En 2018, México fue, junto a Afganistán, el país donde se registró el mayor número de periodistas asesinados por hacer su labor: hasta un total de 13.