CARACAS (25 September 2002) – The International Press Institute (IPI) and the Inter American Press Association (IAPA) noted with concern the serious deterioration of press freedom in Venezuela due to a climate of intimidation and hostility towards independent journalists and media outlets, as well as a legal and judicial system that threatens the free practice of journalism.

After three days in Venezuela, IPI and IAPA concluded that the deterioration of press freedom was the result of President Hugo Chávez’s frequent verbal attacks on the press, which are an incitement to physical violence against the media, and the inefficiency of the authorities in investigating and punishing those responsible for crimes against journalists. Both organisations noted that the different branches of the government had permitted the escalation of violence against the media.

After listening to numerous complaints from individual journalists and representatives of journalists’ associations, including cases of intimidation and physical attacks, as well as legal and judicial harassment and discrimination against independent media in the distribution of government advertising, IAPA and IPI stressed that true democracy cannot be fully established without guarantees for the right to freedom of expression and press freedom.

The two organisations were alarmed by the fact that the attacks against journalists were frequently the work of groups close to the government, including the so-called Circulos Bolivarianos (Bolivarian Circles), who echo President Chávez’s policy of aggression towards the media.

The Vienna-based IPI, representing editors, media executives and leading journalists in 115 countries, and the IAPA, representing more than 1,300 publications in the Western Hemisphere, said that verbal and physical violence is not the only threat to press freedom in the country and praised the courage of journalists working for the public’s right to know.

In meetings with the acting President of the Republic, José Vicente Rangel, and other high authorities of the judiciary and the National Assembly, IAPA and IPI learnt that the three branches of government insisted that press freedom is respected in the country. Both organisations said that administrative measures, judicial sentences, constitutional clauses and proposals for new legislation that contradict internationals norms and treaties proved that this conclusion was incorrect.

IPI and IAPA welcomed the commitment made by the president of the Supreme Court of Justice, Iván Rincón, not to allow provisions that would threaten press freedom in the proposed Media Content Law, which is currently being discussed in Congress, but condemned Decision 1013 of the Supreme Court, which defines criteria for “timely, truthful and impartial information”, codifies the constitutional right to “truthful information”, and could be used to prosecute journalists for publishing information that is deemed “untruthful”. They also criticized the so-called “security zones” recently decreed by the government, which replace the authority of municipal governments with the authority of the military and restrict the people’s right to information.

Both organisations stressed the urgent need for dialogue between the government and media and welcomed vice president Rangel’s commitment to speed up investigations into press freedom violations and the government’s acceptance of an IPI proposal for an international commission to investigate the state of freedom of expression in the country.

During the three-day mission, IPI and IAPA met with, among others, leaders and representatives of Fedecámaras, the chamber of commerce and trade; the National Federation of Television; the National Association of Broadcasting; the Attorney General’s Office; the Coordinadora Democratica, the organisation of political opposition parties; Bloque de Prensa Venezolano, the national publisher’s association; the National Guild of Journalists; the National Workers Union; the National Conference of Bishops; the National Assembly; and numerous journalists representing various media.

The delegation was headed by IPI Chairman Jorge E. Fascetto, Diario Popular, Buenos Aires, Argentina, and IAPA President Robert J. Cox, The Post and Courier, Charleston, South Carolina.

IPI was also represented by David Greenway, The Boston Globe, Boston, Massachusetts; Wilfred Kiboro, Group Chief Executive, Nation Media Group, Kenya; Mitja Mersol, Delo, Slovenia; Norman Webster, The Montreal Gazette, Canada; Johann P. Fritz, IPI Director, and Michael Kudlak, IPI Press Freedom Advisor.

IAPA representatives were First Vice President Andrés García Gamboa, Novedades de Quintana Roo, Cancún, Quintana Roo, Mexico; Freedom of the Press Committee President Rafael Molina, Ahora, Santo Domingo, Dominican Republic; Julio E. Muńoz, IAPA Executive Director, and Ricardo Trotti, IAPA Press Freedom Coordinator.

Venezuela was placed on the IPI Watch List on 29 October 2000. In its press release IPI said, “…journalists fear that an article in the new Constitution, which stipulates that reporting must be timely, truthful and impartial, could spell the end for press freedom in their country…”

For further inquiries on Venezuela, please contact Michael Kudlak at IPI Headquarters Vienna
(Tel: + 431-512 90 11; Fax: + 431-512 90 14; Email: [email protected]).

 

 

Misión de la SIP y el IPI expresa preocupación y advierte sobre el grave deterioro del clima de libertad de prensa en Venezula

Ambas instituciones continuarán en estado de alerta y vigilantes sobre las violaciones a la libertad de prensa. Destacan el coraje de los periodistas. El gobierno aceptó propuesta para que una comisión internacional investigue el estado de la libertad de expresión.

CARACAS (25 de septiembre del 2002) – La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Instituto Internacional de la Prensa (IPI) advirtieron con preocupación el grave deterioro de la situación de la libertad de prensa en Venezuela, al constatar el clima de agresiones físicas e intimidación contra periodistas y medios de comunicación, al tiempo que insistieron sobre la existencia de un orden legal y jurídico que coarta el libre desarrollo de la actividad periodística.

Después de tres días de visita en Venezuela, la SIP y el IPI concluyeron que el deterioro de la situación de la libertad de prensa es el reflejo del alto grado de impunidad que impera en el país como resultado de la ineficiencia de las instituciones en investigar con celeridad y castigar con prontitud a los responsables de los ataques contra los periodistas y los medios. Ambas organizaciones encontraron numerosas contradicciones en los poderes del Estado, que bajo la excusa de la independencia de poderes, han permitido el aumento de los hechos de violencia contra periodistas y medios de comunicación.

Luego de recibir numerosa documentación de parte de periodistas de diferentes medios y representantes de asociaciones periodísticas, sobre agresiones, amenazas, intimidación y hasta el asesinato de un reportero gráfico, además de denuncias sobre trabas legales y jurídicas, así como de discriminación en el otorgamiento de la publicidad oficial, la SIP y el IPI advirtieron que jamás podrá establecerse un verdadero clima democrático sin las debidas garantías para el ejercicio de la libertad de prensa.

Las organizaciones calificaron de alarmante el hecho de que la violencia física y la agresión verbal contra los periodistas provengan de grupos afines al Gobierno como los Círculos Bolivarianos, conducta instigada por el propio presidente Hugo Chávez que sistemática y públicamente arenga contra la labor de los periodistas y la prensa.

El IPI, en representación de periodistas, editores y ejecutivos de medios de comunicación de 115 países, con sede en Viena, Austria, y la SIP en representación de mas de 1.300 publicaciones escritas del hemisferio occidental, manifestaron que la violencia no es el único aspecto por el que se deteriora la libertad de prensa en el país, y realzaron la valentía y el coraje de la labor de los periodistas para garantizar el derecho del público a la información.

Al considerar que los poderes públicos del Estado insisten en el respeto a la libertad de prensa en el país, tras reuniones con el presidente de la República en ejercicio, José Vicente Rangel, y con las mas altas autoridades del Poder Judicial y de la Asamblea Nacional, la SIP y el IPI indicaron que esas declaraciones están desacreditadas por disposiciones administrativas, sentencias judiciales, proyectos de leyes y preceptos constitucionales que contradicen, incluso, normas del derecho y tratados internacionales sobre libertad de expresión y de prensa.

Entre esas contradicciones, la SIP y el IPI citan que mientras el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Iván Rincón, se comprometió a no permitir que se adopte ninguna norma contra la libertad de prensa como podría estar incluida en el proyecto de Ley que estudia actualmente la Asamblea Nacional, la Corte sostiene su Sentencia 1013 que define criterios periodísticos sobre información oportuna, veraz e imparcial y avasalla el derecho a la propiedad privada y de los medios, así como la libertad de informar. Ambas organizaciones ańadieron que la cláusula constitucional sobre “información veraz” representa un retroceso en materia de libertad de prensa y que puede ser utilizada para controlar la actividad periodística. También criticaron que las zonas de exclusión decretadas por el gobierno por motivos de seguridad y que limitan la actividad política, coartan severamente el derecho del público a informar y ser informados, y las garantías para el libre desarrollo de la actividad periodística.

Aun así, ambas instituciones mostraron su beneplácito de que el vicepresidente Rangel se haya comprometido a motivar al Ministerio Público para que se profundicen las investigaciones, y a que el Gobierno haya aceptado la propuesta del IPI para la formación de una comisión internacional interdisciplinaria que evalúe la libertad de prensa en el país.

Además de las autoridades públicas del país, la SIP y el IPI mantuvieron reuniones con líderes y representantes de Fedecámaras, la Federación Venezolana de la Industria de la Televisión y de la Radiodifusión, la Fiscalía General de la República, la Coordinadora Democrática, el Bloque de Prensa Venezolano, el Colegio de Periodistas, la Confederación de Trabajadores de Venezuela, la Conferencia Episcopal Venezolana, y numerosos periodistas de los diferentes medios de comunicación.

La delegación internacional estuvo liderada por los presidentes de la SIP, Robert J. Cox, del The Post & Courier, Charleston, Carolina del Sur y del IPI, Jorge Fascetto, Diario Popular, Buenos Aires, Argentina.

Integraron además la delegación, por la SIP, Andrés García Gamboa, vicepresidente primero, Novedades de Quintana Roo, Cancún, Quintana Roo, México; Rafael Molina, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Ahora, Santo Domingo, República Dominica; Julio Muńoz, director ejecutivo SIP, Miami, Florida y Ricardo Trotti, coordinador de Libertad de Prensa e Información, Miami, Florida.

Por parte del IPI participaron David Greenway, The Boston Globe, Estados Unidos; Wilfred Kiboro, presidente corporativo, Nation Media Group, Kenya; Mitja Mersol, Delo, Eslovenia; Norman Webster, The Montreal Gazette, Canadá; Johann P. Fritz, director del IPI, Viena, Austria y Michael Kudlak, consejero de Libertad de Prensa, Viena, Austria.