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“La libertad de expresión está garantizada. Más bien hay exagerada libertad de expresión”, dijo ayer el presidente de Bolivia, Evo Morales, en la rueda de prensa que ofreció en el Parlamento Austríaco en el marco de su visita de un día a Viena. El líder evidenció contradicciones entre sus palabras y sus acciones al ser cuestionado sobre la libertad de prensa y de expresión en su país.

Según la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia, en 2011 se registraron 200 agresiones contra periodistas en el país andino. Asimismo, el Instituto Internacional de la Prensa (IPI, por sus siglas en inglés), contabilizó el año pasado al menos 7 agresiones contra medios de comunicación. El IPI recordó ayer estas cifras al Presidente, pero Morales respondió con otra pregunta: “¿Quiénes fueron los que atacaron los medios de comunicación”?. El IPI indicó –a la espera de la opinión oficial- que en la mayoría de los casos fueron grupos sociales.

El Presidente explicó: “Yo escuche por ahí algunos organismos internacionales de la prensa diciendo que no hay libertad de expresión (en Bolivia). A mi me tratan de ‘mono’, de ‘burro’,  y ¿qué me dicen los medios de comunicación? ‘Hay que acabar con el excelentísimo asesino’. Nosotros lo procesamos, nos aguantamos, tenemos la paciencia. Es verdad, frente a esas declaraciones, algunos grupos reaccionan contra esa mentira, contra esa falsedad de algunos medios de comunicación. Y a veces el Gobierno tiene que ir a proteger la infraestructura de los medios de comunicación que lamentablemente tergiversan permanentemente”.

A juicio del mandatario, la prensa boliviana ha asumido la tarea de hacer política y ha sustituido a los partidos en la oposición. Aseguró que representan a los intereses de los empresarios y que incluso hacen aparecer muertos donde no hay “para convulsionar el país”. Resaltó que a esos medios nadie los castiga ni los sanciona.

El Presidente aseguró que, sin embargo, cuando los medios de comunicación utilizan datos reales para hacer sus críticas, él llama a sus ministros y les pide que revisen si se han equivocado. Indicó que en esos casos, el Gobierno reconoce las faltas y las corrige.

“Qué bueno sería que los medios de comunicación fueran muy responsables con la información, con la verdad. Yo pienso que los medios de comunicación deben ser los que informan la verdad y no que hagan política”, agregó.

El IPI pidió la opinión del Presidente sobre la relación que gobiernos de países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) han tenido con la prensa, específicamente naciones como Ecuador y Venezuela, que recientemente han liderado casos judiciales en contra de los medios críticos.

Morales respondió: “Algunos presidentes se defienden, como Ecuador, Argentina, Venezuela y otros países. En Bolivia tal vez somos muy tolerantes, callamos y aguantamos. Tal vez eso es más importante, porque finalmente el pueblo juzga quiénes son los que dicen la verdad. Ojala los medios de comunicación puedan mejorar su conducta, puedan educar al pueblo en base a la verdad”.

El IPI está consternado por el hecho de que el Presidente considere a los medios como su oposición y, por lo tanto, en lugar de condenar las agresiones contra la prensa crítica, parece dejar en manos de sus seguidores las “reacciones contra la mentira”, lo que en ocasiones se ha traducido en violencia.

“En lugar de dar recomendaciones a los medios de comunicación para que ejerzan su trabajo con responsabilidad y honestidad,  el presidente Morales debería enviar a sus seguidores un mensaje condenando la violencia. Las agresiones a periodistas y medios de comunicación son su responsabilidad”, dijo la directora ejecutiva del IPI, Alison Bethel McKenzie.

El IPI, la organización internacional más antigua del mundo dedicada a la promoción del derecho a la información, escribió recientemente una misiva al presidente boliviano expresando satisfacción por la reunión que tuvo el mes pasado con organizaciones periodísticas.

“Aunque Morales anunció que no promoverá cambios en la Ley de Imprenta, creemos que es necesario que aclare al país si está pensando en otras iniciativas que regulen a los medios. Ayer se lo preguntamos, pero evadió la respuesta. Si está diciendo en foros internacionales que los medios están mintiendo y que otros países han tenido que ‘defenderse’, tememos que todavía los medios bolivianos enfrentan riesgos”, agregó Bethel McKenzie.

Tal como ha reportado el IPI, el Presidente solicitó a finales de febrero una investigación inmediata y exhaustiva sobre la muerte de Verónica Peñasco Layme y Víctor Hugo Layme, periodistas asesinados en Bolivia el 25 de febrero. “Acciones como ésta parecieran demostrar que Morales se interesa por los medios, pero luego se contradice cuando habla en otros foros”, indicó Bethel McKenzie.

Ayer, casi al final del encuentro con los periodistas, cuando el corresponsal de la agencia española EFE trató de obtener una respuesta específica, Morales le increpó: “Déjeme terminar, seamos disciplinados. Parece un periodista boliviano”.