El Instituto Internacional de la Prensa (IPI, por sus siglas en inglés), condena el asesinato brutal del periodista Fausto Evelio Hernández Arteaga, ocurrido en horas de la mañana del sábado 10 de marzo en el municipio Sabá, departamento Colón, al noroeste de Honduras.
Hernández Arteaga, quien trabajaba en el departamento de prensa de Radio Alegre de Sabá, manejaba su bicicleta cuando un joven de entre 21 y 24 años lo interceptó y lo atacó con un machete, informaron medios locales.
“El desconocido le descargó un machetazo, él metió el brazo derecho y casi se lo cercenó, pero la mayor parte de las heridas fueron en la altura del cuello y el rostro y estuvo a punto de decapitarlo”, publicó el diario La Tribuna. Cuando un equipo del Cuerpo de Bomberos llegó al lugar, ya el periodista había muerto, añadió La Prensa.
Según declaraciones de familiares y amigos al diario La Prensa, el periodista no tenía enemigos ni cubría temas noticiosos que implicaran riesgos a su seguridad, por lo que descartaron que su muerte estuviera vinculada a su trabajo. Sus conocidos informaron que el reportero tenía como fuentes la Alcaldía, el Registro Nacional de las Personas, el mercado municipal y oficinas de servicios públicos.
El jefe departamental de la Policía, Osmin Bardales, dijo a AFP que aunque hubo varios testigos del crimen, nadie quiere colaborar en las investigaciones. Las autoridades desconocen la causa de su muerte, pero descartan el robo, ya que el periodista fue encontrado con todas sus pertenencias. Otras versiones de medios locales mencionan que el comunicador tuvo una discusión en la vía pública, lo cual desató la violencia.
La directora ejecutiva del IPI, Alison Bethel McKenzie, expresó sus condolencias a la familia y amigos de Hernández Arteaga. “Teníamos la esperanza de que este año bajara en Honduras la cifra roja de periodistas asesinados, pero lamentablemente de nuevo son parte de las estadísticas”, expresó.
“Urgimos a las autoridades a investigar con prontitud las causas del asesinato de Fausto Evelio Hernández Arteaga, así como esperamos que los culpables sean llevados ante la justicia y afronten las consecuencias de sus actos. Es imperativo que cesen las agresiones contra periodistas en Honduras y que el Gobierno demuestre al mundo, con hechos, que en verdad tiene interés en mejorar las condiciones de la prensa en su país”, agregó Bethel McKenzie.
De acuerdo a las estadísticas del IPI, Latinoamérica fue el año pasado la región del mundo donde más periodistas fueron asesinados. En Honduras, 6 reporteros murieron en 2011 por motivos relacionados con su trabajo. Esta cifra le hizo compartir con Pakistán y Yemen la tercera posición en la lista de países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo, con México e Irak a la cabeza. Una decena de periodistas perdió la vida de manera violenta en Honduras en el 2010.