El Instituto Internacional de la Prensa (IPI, por sus siglas en inglés) está consternado por la muerte del periodista colombiano Luis Peralta Cuéllar y pide a las autoridades que esclarezcan cuanto antes los hechos que rodearon su muerte.
El suceso tuvo lugar el sábado, 14 de febrero de 2014, cuando la víctima recibió varios disparos a la salida de su emisora de radio Linda Stereo 95.1, en el departamento de Caquetá. Según explica la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), Peralta, de 63 años, informó a un compañero que había recibido amenazas de muerte pero no le dio mayor importancia y tampoco alertó a las autoridades.
Peralta era un reconocido comunicador que se caracterizaba por un periodismo de denuncia e insistente. Recientemente, según apunta la FLIP, había cubierto casos relacionados con la extracción de petróleo y la corrupción de la administración pública.
De hecho, el asesinato tuvo lugar 24 horas después de que el Luis Peralta anunciase su candidatura a la alcaldía de El Doncello. Era la primera vez que optaba a un cargo público.
No fue el primer intento serio de acabar con la vida de Luis Peralta. En 2010, la policía logró desactivar un coche bomba estacionado frente a la emisora de radio y que, según informes, estaba programado para ser detonado a través de un celular.
El asesinato de Luis Peralta Cuéllar es un capítulo más de la crónica negra que sufre la libertad de prensa en Colombia. Según los datos que recoge el propio IPI, 88 periodistas han sido asesinadosdesde 1997, siendo 2002 uno de los años más sangrientos con 15 periodistas asesinados en el ejercicio de su profesión.
La directora en funciones del IPI, Barbara Trionfi, señaló que el número de periodistas asesinados en Colombia ha disminuido en los últimos años como consecuencia, dijo, del programa de protección para este tipo de profesionales así como una autocensura generalizada.
En todo caso, Trionfi alertó: “La impunidad continúa siendo un problema muy serio en Colombia, donde casi nunca se ha hecho justicia en los casos relacionados con el asesinato de periodistas, incluso, en algunos casos, los delitos ya han prescrito”.
En el atentado también resultó herida la esposa de Luis Peralta. Los servicios médicos la trasladaron al hospital de Florencia (Colombia) donde, según la FLIP, continúa ingresada aunque no se teme por su vida.